Instrucciones para leer este post: Leerse con música. Permítase esa recomendación y de un play antes de comenzar…

Conocí la obra de Drexler en una conversación sobre ciencia, teoría de cuerdas y universos paralelos. Inmediatamente después de escuchar su disco Bailar en la cueva (como es mi costumbre -no se si buena o mala-) indagué sobre su historia: uruguayo viviendo en España, medico, escritor, músico, poeta, actor(!), un artista multifacético. Ganador del Oscar a la mejor canción original (2004, Diarios de motocicleta) y de un Goya (2010, Lope). Su música es un eterno descubrimiento.

En Drexler encontraba constantes muestras de agradecimiento: a la vida, a Bolivia, a Sabina. Referencias a la filosofía, a la ciencia, a la geometría, a la tecnología, a la poesía, a dichos populares, a varios artistas. Conforme iba adentrándome en su música, descubría cosas que me conectaban. Como si estuviera esperando ahí, a que lo descubriera.

Guernica y la ayuda del arquitecto

Una de las participaciones más interesantes ha sido el proyecto Suena Guernica, una producción de RTVE.es y el Museo Reina Sofía, en el que varios artistas interpretaron sus creaciones para conmemorar los 80 años del famoso Guernica de Pablo Picasso.

Drexler interactúa con su público mediante redes sociales, solicitando ideas para construir décimas mediante letras colectivas. Finalmente interpreta su composición cuya base se encuentra en la décima compuesta por el arquitecto uruguayo Andrés Romero, que certero expresa:

«No hay un rojo más intenso que los grises de Guernica”

n = app + math

En 2012 Drexler manifiesta su inquietud por la tecnología y presenta su álbum n, un experimento que se desarrolla por medio de una app y que, para escuchar la composición, requiere de la ayuda del usuario. Similar a lo que hicieron Björk o Nortec Collective (Bostich+Fussible) con el Reactable, pero con letras y en ésta ocasión con la colaboración total del escucha.

Reactable Bjorke, Nortec, Coldplay

Nortec, Bjorke y Coldplay con Reactable

Drexler y la app para escuchar/interactuar con n

Nuevamente el deseo de Drexler para que la tecnología sea el medio y no el mensaje se pone de manifiesto.

Así como el momento puede ser condicionado o modificado por la música (o por el medio), ¿puede condicionar el espacio, el lugar? Es una pregunta que aún sigo intentando resolver

«¡Que viva la ciencia, que viva la poesía…!»

(Para saber más del proyecto n de Drexler da clic aquí)

Movimiento

En meses pasados Jorge Drexler vino a México para grabar su último disco, contando con participaciones de Mon Laferte, El David Aguilar, Natalia Lafourcade, Julieta Venegas, entre otros artistas. Fiel a su propuesta contemporánea, ha ido presentando partes de su material vía redes sociales. En estos días presentó en el Programa online de Carmen Aristegui el video de su canción «Movimiento«, con la participación de la corredora rarámuri Lorena Ramírez, ganadora del ultra maratón de los cañones.

En un momento en que el mundo se debate sobre la inclusión, la equidad y la xenofobia, tener como protagonista a una mujer indígena me parece un discurso fantástico.

Es más mío lo que sueño, que lo que toco

Finalmente ¿por qué?

Termino de escribir este post en un Metrobús (BRT) por la ciudad de México. Miro por la ventana y no dejo de pensar en todas las cosas de las que Drexler pudiera hacer una canción, una décima, un comentario o cualquier forma de experimentación. He descubierto con el tiempo que la labor del profesor no es solo enseñar lo que sabe, sino descubrir junto a sus alumnos y, sobre todo, compartir estos descubrimientos.

Drexler en un video en el auditorio del Edificio H, Arquitectura UAEH

Es esta la razón por la que he incluido algunas partes de la obra de Drexler en mis clases de la universidad, porque mucho de lo que hace sirve de inspiración para otras artes, prácticas u oficios.

Creo necesario que estos hallazgos, estas sorpresas se compartan y se divulguen, pues como dice Drexler:

Lo mismo con las canciones, los pájaros, los alfabetos

Si quieres que algo se muera, déjalo quieto