Nota importante: este texto se comenzó a escribir en 2015. Se edita en 2024. Parece que el tiempo se detiene.

Inicialmente este texto iba a titularse «Aprendiendo de El Palmar«, buscando un juego de palabras con el famoso libro «Aprendiendo de las Vegas», de Denise Scott Brown, Robert Venturi y Steven Izenour. La razón: desde hace alguno tiempo me he puesto a reflexionar sobre las condiciones del lugar y de cómo las comunidades pueden organizarse, incluso de manera autónoma y orgánica.

Los inicio de la vivienda vertical en México

En 1947 siendo Presidente de la República Miguel Alemán Valdés, bajo la dirección del los arquitectos Mario Pani, Salvador Ortega y el ingeniero Bernardo Quintana (fundador de ICA) se construyó el edificio del Conjunto Urbano Presidente Alemán (CUPA), un proyecto que reunía características del movimiento moderno, la gran influencia de Le Corbusier y que se impulsaba con una gran carga social. El principio era simple: dar vivienda digna a la clase trabajadora, densificando y brindando acceso a servicios básicos a poca distancia.

Conjunto Urbano Presidente Alemán

Vista aérea del Conjunto Urbano Presidente Alemán (CUPA)

El concepto de densificación era diferente al hacinamiento. Conjuntar, aprovechar las ventajas de la proximidad, explotando los beneficios del regreso a la ciudad compacta como alternativa para el desarrollo sustentable.

La densidad no sólo se refiere al componente residencial de la ciudad. Debe considerar los flujos de empleos que atraen a más personas al núcleo urbano.

Aun cuando pareciera que la densificación se refiere únicamente al número de personas viviendo en un determinado espacio, es necesario entender que, al menos para los planteamientos urbanos, la densificación puede entenderse desde diferentes «medidas»:

Pachuca, viviendo en vertical

Pachuca (Hidalgo, México) es una  ciudad que nació como otras tantas de nuestro país a partir de la explotación minera. Por esta razón, su crecimiento estuvo ligado directamente con esta actividad. Sin embargo, para los años 40, la minería ya había descendido en su producción, lo que motivaba a sus habitantes a buscar otro tipo de empleos. Así, poco a poco la ciudad comenzó a conocerse como una «ciudad dormitorio» un término que, aunque poco preciso, trataba de explicar el fenómeno de trabajar fuera de Pachuca y llegar a casa solo para la noche, a dormir.

En los años 80, con Guillermo Rosell de la Lama (de formación arquitecto) como gobernador, se dio continuidad a una serie de proyectos de vivienda interesantes en la ciudad de Pachuca. Se trataba de edificios de vivienda, los llamados multifamiliares, que buscaban otorgar ciertos beneficios a la clase trabajadora. Así, una serie de edificios fueron surgiendo, en puntos de la ciudad tales como la Unidad Habitacional Juan Crisóstomo Doria, los edificios de Plaza 2000, edificios de Aquiles Serdán, los de la Unidad habitacional «El Chacón», «CTM» (11 de julio) y «El Palmar».

Unidad habitacional en Pachuca

Unidad Habitacional CTM (11 de Julio)

Unidad habitacional en Pachuca

Unidad Habitacional «Plaza Milenio» (Antes Plaza 2000)

Unidad habitacional en Pachuca

Unidad Habitacional «Aquiles Serdán»

Unidad habitacional en Pachuca

Unidad Habitacional «Juan C. Doria»

Unidad habitacional en Pachuca

Unidad Habitacional «El chacón»

Todos reúnen características similares: vivienda vertical, densificación, servicios básicos, acceso a escuela, mercado y recintos religiosos.

El Palmar y sus usos mixtos

Cuando era estudiante, uno de los beneficios (y de por qué muchos estudiantes buscan estos lugares) de vivir en zonas densificadas, era que todo lo teníamos a la mano: transporte, comercio, vivienda. El modelo que crea «El Palmar» es un modelo interesante que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Si bien es cierto existen muchas prácticas que son en sí cuestionables (la apropiación de parte de algunos particulares de los espacios comunes, por ejemplo), si deseo resaltar la vida que se le da a la calle y la proximidad permiten una interacción más rica en sentido de comunidad. Aunque no soy habitante de la zona, sí es un lugar que visito regularmente para alguna compra o servicio.

Vista aérea de la Unidad Habitacional

Vista aérea de la Unidad Habitacional «El palmar»

¿Por qué hemos dejado de lado este modelo de vivienda? La respuesta no va en un solo sentido. Desde el precio del suelo, hasta los intereses inmobiliarios y la segregación socio espacial , muchos son los factores que nos han llevado a que la ciudad sea peligrosamente un ejemplo de horizontalidad y de ciudad dispersa.

Desarrollo urbano en Pachuca

Hace un tiempo el diario Milenio tuvo a bien entrevistarme sobre el tema de desarrollo urbano en la ciudad. Quise aprovechar el espacio (clic en la imagen de abajo para abrir) para hablar sobre el tema:

Ahí manifesté mi inquietud sobre los mecanismos de regulación del suelo en Pachuca que, en todos los casos, restringen la construcción de vivienda vertical con un enfoque social. Insisto, ir hacia arriba, sin plan también puede producir ciertas complejidades en el proceso de urbanización, pero al menos debemos de darnos -nuevamente- la oportunidad de contemplar esa -no tan nuevas- estructuras barriales que pueden dar ciertos beneficios a la comunidad.

En abril de ese año tuve el gusto de ser invitado a participar en el Programa «Entre temas» (Radio y Televisión de Hidalgo) de Luis Borja. Ahí platicamos sobre temas de desarrollo urbano y, además de hablar sobre cuestiones de movilidad y espacio público, en el minuto 19:50 nuevamente aproveché para hablar sobre el tema de la densificación y de las inquietudes en materia de la vivienda vertical.

En 2015 la comisión de Vivienda del Senado de la República presenta el documento «México compacto: Las condiciones para la densificación urbana inteligente en México«, en el cual establecen una serie de mecanismos para la búsqueda de nuevas condiciones -no solo de vivienda- que permitan beneficiar a ese sector de la población, la clase trabajadora, para que su única salida no sea una vivienda que se encuentra lejos, insegura y con pocas posibilidades de desarrollo.

Sigo pensando que siempre es oportuno hablar y poner el tema sobre la mesa para la discusión. Es preciso que nos replanteamos el porqué ya no generamos condiciones de vivienda que permitan los usos mixtos y la densificación. En una de esas quizá no se permita porque aún no lo hemos cuestionado lo suficiente.

Referencias

Pérez-Campuzano, E. (2011). Segregación socioespacial urbana. Debates contemporáneos e implicaciones para las ciudades mexicanas. Estudios Demográficos y Urbanos, 26(2 (77)), 403–432. http://www.redalyc.org/pdf/312/31223581006.pdf