Al hablar de la cultura de la colaboración y los recursos compartidos inevitablemente llega a nuestra mente las licencias Creative Commons (CC). La historia de CC, y sobre todo de la búsqueda de libertad en internet no puede pensarse en toda su complejidad sin conocer la historia, aportaciones y trágico final de Aaron Swartz.
Swartz fue un programador, emprendedor, escritor, activista político y hacktivista de internet, cuya participación en diferentes iniciativas le dieron un papel importante en la historia. Dos de ellas son una clara manifestación de las ideas de libertad y de cómo el mundo puede ser un mejor lugar: el RSS (un formato para ligar o compartir contenido en la web) y la iniciativa Creative Commons.
En 2014 después de su trágico final, Brian Knappenberger un documentalista norteamericano, escribe, dirige y produce “The Internet’s Own Boy: The Story of Aaron Swartz”, un documental que narra la historia de éste programador y de como sus ideales lo llevaron a impulsar, junto con varios activistas, el derecho del mundo por un conocimiento libre.
Creative Commons y la arquitectura
Gracias a las licencias Creative Commons se ha podido difundir el conocimiento e impactar de una manera inimaginable. Como ejemplo recuerdo lo que hizo Colectivo Triciclo con la iniciativa «Quiosco libre», que no solo se realizó como una intervención, sino que se publicó el manual de construcción y de cómo poder reproducir la iniciativa (con medidas, tornillos y materiales) con una licencia Creative Commons.
La premisa bajo la cual opera Quiosco Libre es el intercambio gratuito de libros, tomando como base el intercambio de archivos que se hace de manera digital por medio de redes de puerto a puerto, de tal manera que utilizando esa misma lógica se traslada al espacio físico, generando un intercambio entre personas de libros, además de proveer un espacio en el cual se puedan realizar diferentes actividades.
Creative Commons ha manifestado que su propuesta no pretende competir con los Derechos Reservados, sino que es una licencia que complementa la obra del autor. Al final, las decisión es de cada usuario y de su postura ante estos temas. Lo que no podemos olvidar es el gran aporte de Swartz y de muchos activistas que han logrado poner el tema a discusión y, en el camino, aportar para la construcción de un mundo mejor.
¿Existirán más cosas que los arquitectos (o interesados en el espacio público, por ejemplo) podamos aportar al mundo y, de paso, hacerlo bajo Creative Commons? Dejo la pregunta para la discusión.
Más info:
A Digital Crossroads: «The Internet’s Own Boy» Sparks an Important Conversation
Colectivo Triciclo: Manual Quiosco Libre
Colectivo Triciclo: Iniciativa Quiosco libre
Creo efectivamente que la arquitectura genera conocimiento y este debe ser libre dirigido al público en general. Esta idea lleva en la humanidad algunos milenios y los ejemplos que tenemos están documentados, desde el hombre de las cavernas que compartían lo que generaba la tribu. Pasando por Hipatía (Greco-Romana) hábil en la tecnología, matemáticas, física y filosofía, quien se promulgo hacia el “conocimiento libre”. Mas tarde en el periodo neoclásico del que destacan genios en todas las áreas como; Miguel Ángel, Da Vinci, Durero, Mozart, y mas tarde Newton, entre muchos otros. A mediados del siglo XX podemos menciona a; John Draper (Capitán Crunch) quien fue mentor del grupo de Hackers a inicios de los 70s en la “Universidad de California en Berkeley” donde destacan personajes como Stephen Wozniak creador del software y hardware de la Mac de Apple entre otros.
Razón por la cual creo que “el conocimiento es un bien público, su valor radica en compartirlo y utilizarlo”. Así que mejor visiten http://www.creativecommons.mx/ y conozcan esto de Creative Commons, interesante propuesta.
Para cerrar el tema de Aarón Swartz (quien ayudo a definir la Internet de hoy) y que a lo largo de la historia hemos comprobado la voracidad de grupos en el poder ya sea; Empresarios, Religión y Gobernantes, quienes han aniquilado por así decirlo la genialidad de algunos como el filósofo Griego Sócrates a quien obligaron a tomar cicuta o Aarón Swartz que fue demandado y tomo la decisión del suicidio en vez de pasar 35 años en prisión, de entre otros.
Con esto algunos personajes importantes de la informática y la Web lamentan como yo este triste suceso. “Hemos perdido a un genio” escribió el creador de la World Wide Web, Tim Berners Lee.
Desde mi perspectiva creo que la arquitectura puede aportar muchas cosas al mundo, una de las primeras cosas al menos en México es cambiar el sistema de las casas de infonavit en la cual, sería bueno una lluvia de ideas para lograr una mejora evidente y así cada aporte que hace quedaría reconocido bajo el derecho de autor de creative commons pero siempre abriendo espacio para nuevas y mejores ideas lo cual lo haría mucho más accesible a la población beneficiando a todos, principalmente a las personas de bajos recursos, ayudándolos a tener una vida plena. Y quizá con el mejoramiento de este tipo de viviendas, lograr que las personas que creen innecesaria la intervención de un arquitecto en su hogar lo reconsideren.
En mi opinión desde nuestra profesión podríamos colaborar para la creación de casas sustentables y muy bajos costos, esto se lograría con la colaboración de estudiosos de otras disciplinas o especializados en técnicas ecológicas logrando que pudiésemos crear una especie de manual (como la idea de quiosco libre) que se pudiera reproducir y llevar a lugares en donde los recursos de la gente son limitados o nulos, en estos manuales se explicaría detenidamente como construir paso por paso una vivienda digna, auto-suficiente y a un bajo costo. Se colocarían los materiales a emplear y se trataría de aprovechar al máximo los existentes en su región, se buscaría una adecuada orientación a las viviendas para lograr que vivan felices con sus familias en un lugar que les pertenece lleno de calor de hogar y así puedan realizar sus actividades diarias plenamente.
Desde mi punto de vista, este chico Aaron Swartz, tenía en mente una sublime reflexión, “hacer dinero o hacer un bien al mundo” con esta frase nos dice mucho acerca de él. El no iba con fines de lucro el compartir la información, sino ayudar a los demás. En cuanto a la arquitectura, nosotros podemos consultar, pedir prestada información y más que nada compartir ideas, las cuales ensenen al mundo a vivir mejor, proyectando un mejor nivel de vida. Como ejemplo, pueden llegar a ser materiales para viviendas sustentables así como de técnicas de construcción vernácula, que ayuden a personas de diferentes zonas del mundo.
Los ideales que tuvo Aaron Swartz son la base de vivir en un mundo donde la información debe ser para todos y no quedar tan solo en manos de unos cuantos que utilizan la red del Internet para beneficios propios. Se deben aprovechar estas herramientas del Internet, en donde no debe haber límites ni barreras, considero que hoy en día gracias a personas como Swartz que están a favor de la libre divulgación de la información estamos en una era en donde todos podemos ser personas autodidactas, una era en donde el ser humano tiene la fortuna de elegir algún tema cualquiera y poder adentrarse en ella desde un ordenador, laptop o cualquier dispositivo que tenga acceso a Internet. Es increíble pensar que aun sigan existiendo personas que estén en contra de estas ideas en pleno siglo XXI, no se podría explicar mejor esta conducta de esa minoría de personas que lo único que quieren es poder económico y la avaricia los hace actuar de esta manera.
Cabe resaltar mi poco conocimiento de este personaje , y que ahora al conocer un poco de su vida entiendo la importancia que está persona tuvo para la “Nueva era tecnológica e informática”, siendo sus acciones e ideología un parteaguas demasiado grande para una nueva etapa de un reconocimiento globalizado que permite la libre acción de compartir la creatividad y conocimiento a nivel global, aunque como todo mítico personaje camino por sendero difícil el cual lo llevó a la muerte a una corta edad, privando de mucho más conocimiento al mundo entero.
Retomando la pregunta consideró que los arquitectos de nuestra era tienen el deber de dar a conocer sus ideas e incluso su creatividad para el desarrollo de la arquitectura, que particularizando un poco me referiré a la arquitectura dedicada al espacio publico, llámese parques, arquitectura civil, escuelas hospitales, etc. Ya que estos tienen un contacto mucho más directo con la sociedad en general, sin distinción de clases o género y sobre todo un mismo propósito el cual está dirigido principalmente a el desarrollo multidisciplinario y el bienestar de una sociedad bastante necesitada, todo esto referido a partir de las condiciones en la que se encuentra nuestro país actualmente.
Claro que la Arquitectura puede aportar al mundo muchas cosas, Aarón Swartz tuvo la intención de que la información y el conocimiento fueran globalizadas permitiendo a cualquier persona del mundo accesar a ella, mediante cualquier medio electrónico y que gracias a esto pueden utilizar esta información o conocimiento de una manera correcta no solo para beneficio de ellos sino de toda la sociedad, como esta iniciativa Creative Commons que en contra parte con algunos arquitectos o empresas constructoras dedicados al espacio público no dan a conocer o no comparten el conocimiento que ellos tienen o poseen que es de mucha ayuda para satisfacer las necesidades de la sociedad, nosotros como la nueva generación de arquitectos debemos diversificar el conocimiento a todos los demás que lo desconozcan con fines que beneficien a la sociedad para poder mejorar la arquitectura de varios espacios, permitiendo que las personas tengan una mejor calidad de vida.
Así como Aaron Swartz teniendo objetivos muy claros pudo cambiar el sistema de derechos de autor, opino que nosotros como arquitectos tenemos que aportar algo más a la sociedad en la que nos encontramos y salir de las construcciones comunes (concreto y acero rígidos ), me refiero ir mas haya, tener objetivos que puedan cambiar al mundo con nuestros proyectos y estos a su vez sean representativos, apoyándonos de la organización de creative commons para poder intercambiar las ideas, diseños y conocimientos que puedan proporcionar procedimientos constructivos y materiales para una construcción y que tal vez en algunos lugares se desconozcan, así poder dejar una impresión a la sociedad y sea reutilizada sin ningún problema.
Lo que me ha dejado la vida de Aaron Swartz es una vida con una perspectiva muy analizada donde su prioridad fue la felicidad a base de hacer todo lo que él creía que era correcto, además definió muy bien el tiempo dejando atrás el tiempo laboral y el tiempo libre y logrando que el tiempo solo fuera eso tiempo. Con esto logro amar aún más lo que hacía dejando atrás el hambre y ambición de dinero porque él ya lo tenía todo, Aaron fue una persona libre y contra eso no hay competencia alguna, más allá de los programas que creo Aaron yo creo que la lección más grande que nos ha dejado fue el de compartir lo que tenemos y sabemos además si lo hacemos con pasión no tendremos competencia y si la hay no nos importara, porque ofreceremos algo único e inigualable.
Me quedo con esta frase de Aaron Swartz «no desperdicio mi tiempo con cosas que no causaran impacto», en esencia, de esa idea podríamos partir para generar acciones que no sean banales, Empecemos a observar mas allá de la superficialidad de las cosas. Somos un porcentaje alto de arquitectos pensando en acciones pequeñas con grandes cambios, desde el hecho de compartir ideas entre nosotros sin traicionar nuestra iniciativa, creo que dos cabezas piensan mejor que una y si a esto le sumamos todos los medios de información y divulgación que existen actualmente, son muchas las probabilidades de que otras personas conozcan nuestras ideas y nuestro trabajo. Se puede partir desde compartir un proceso sustentable hasta la innovación en el diseño, pensando en todas las personas que tendrán acceso y sobre todo la diferencia de mentalidad entre las mismas, por eso la importancia de la pregunta ¿Qué nos hace diferentes?
La figura de Aaron Swartz independientemente de su personalidad, es inevitable reconocer las grandes aportaciones que hizo por el libre acceso a la información en Internet, algo que solo una persona con la capacidad visionaria y a favor del cambio en los sistemas sociales, económicos y políticod pone las bases de la verdadera libertad, algo que en Internet aún existe, pese a los intentos políticos y económicos de limitar el acceso.
Vivimos en una época en que las injusticias son comunes y en todo el mundo existe desigualdad y aprovechamiento sobre los más desfavorecidos, abusados en muchas formas por los sistemas que tienen los recursos acaparados y limitan la información por intereses de unos pocos.
Las personas del calibre de Aaron Swartz que entienden de la necesidad que existe en todo el mundo están ahí en cada uno de nosotros, en algún punto todos tenemos la posibilidad de promover el cambio. Cada persona en el mundo puede aportar algo con el fin de resolver algún problema o necesitar de la información.
Desde nuestra actividad en arquitectura existe un campo inmenso sobre el cual podemos aportar con nuestro conocimiento y creatividad.
La moral planteada por el ““documental”” está claramente desequilibrada, basta ver los primeros setenta segundos para percatarse que es una historia trágica con un constructo típico, casi un viaje del héroe que lanza tres horridas preguntas en que claramente marca un desprecio por las normas ; fuera de ello no refuto nada del material presentado, no menosprecio su intención; sus intereses y logros son muy nobles y respetables pese a que no comparto sus métodos respeto su postura e incluso agradezco sus logros.
Entrando en materia por desgracia comprendo el proceder de las empresas y gobiernos que conforme al video le persiguieron, si bien este proceder podría parecer injustificado dicho evento podría ser perfectamente válido legalmente pese a los aparentemente excesivos métodos de proceder que se ejecutan, es menester insistir en una desaprobación de los eventos suscitados a posteriori sin dejar por ello de intentar entender sus justificaciones, el manejo de derecho de autor en cualquier tipo de elemento creativo posee un valor propio con el que difícilmente podríamos pensar en no lucrar. Si bien es posible el avance en la liberación y el empleo de dichos conocimientos debemos entender ambas versiones, las empresas poseedoras de dicho bagaje responden como cualquier ente económico a un estímulo o valor de capital, por lo que no es de extrañar una medida de preventiva si bien el proteccionismo era a todas luces injustificado.
Pero si… tal vez no era esto lo que se suponía debía rescatar de ello.
Al contrario, me parece valiosa tu aportación. Incluso las CC se presentan como complementarias al Copyright. No hay que dejar de lado que esta es una visión desde sus simpatizantes.
En este mundo complejo de valor e incentivos, las decisiones están tomadas por nuestros deseos y aspiraciones. Si bien el caso de las «editoras» puede sonar rapaz, no hay que olvidar lo que decían los ingenieros cuando les preguntaban «¿por qué tenían que pagar por el agua, si dios se las mandaba (sic)». A lo que respondían: «Bueno, dios la manda, pero no la entuba».
Considero que nuestra profesión es un gran vínculo de cambio para el mundo, ya que si tomáramos la iniciativa de compartir nuestros conocimientos al público, con el paso del tiempo tomáriamos un lugar, ya que como sabemos nuestra profesión ha ido decayendo con el paso de los años, así de esta manera podríamos dar a conocer nuestras ideas y pensamientos, pero lo más importante es que todo quien pudo interesarle también pueda llevarlo acabo o difundirlo, así también aprovechar todos los recursos y la tecnología con la que contamos.
Dejemos a un lado esa avaricia y comencemos por cambiar nosotros, el dar a conocer nuestras ideas y que los demás tengan acceso a ellas solo es un complemento de nuestro trabajo, ya depende de la conciencia de cada persona con la información que se le proporciona. Pero sería una gran revolución de cambio, el compartir diferentes ideas, pensamientos y lo más importante de diferentes lugares del mundo, sin importar grupo o rango social.
La visión de Aaron Swartz impacta la forma en que utilizamos la información , para él toda la información debería ser puesta a disposición del público, además creía que el cambio se hace por una lucha constante, esta misma lucha es la que debemos de realizar como arquitectos, de alguna manera contribuimos a que el mundo sea un mejor lugar para vivir, por ello debemos compartir información que beneficie a las personas, particularmente pienso en poner a su disposición proyectos que tengan un fin común entre los habitantes, como es el caso de parques y centros recreativos comunitarios que fomentan la convivencia y la participación en equipo, pondremos a su disposición manuales de como construirlos y los materiales que pueden ser utilizados, sin que esto genere un gasto elevado entre los habitantes y que puedan elevar su calidad de vida.
Desde mi punto de vista creo que como arquitectos podemos aportar y colaborar con distintos proyectos que apoyen a nuestra sociedad, son claros los antecedentes en los que para ayudar y aportar no se requiere hacer con fines de lucro. Las Creative Commons son un punto clave y una gran herramienta para nosotros los arquitectos pues considero nos permite desarrollar ideas y proyectos que mejoren la calidad en la vivienda y el espacio público, pues mediante estas se permite crear evidencia de lo que está funcionando y como se puede implementar en cualquier parte del mundo, con la enorme ventaja de siempre poder estar mejorando y aportando nuevas ideas y soluciones a un mismo elemento o proyecto, además de permitir que estas aportaciones sean de manera multidisciplinaria. Es un gran reto comenzar a utilizar las Creative Commons de esta manera puesto que primeramente requerimos adquirir ese compromiso de hacer un bien al mundo.
Mi postura se resume en la siguiente oración.
“El documental es una secuela mal ejecutada del comercial “1984 Apple’s First Macintosh”.
Una hora con cuarenta y tres minutos con cincuenta y un segundos y todo el tiempo solo pensaba en los últimos diez segundos del comercial, ese absurdo ideal de crear una “revolución controlada” guiada por un líder omnisapiente capaz de dirigir los esfuerzos de las masas para cambiar el sistema desde su interior ansioso por abrir el mundo al anarquismo virtual; nuevamente insisto en que no demerito sus logros sino únicamente la intención del documental en el que por sí mismo admite su fanatismo cuando el hermano de Aaron reconoce que era prepotente, pero en lugar de mostrar al individuo matizándole como un genio y un arrogante mostrando dichas facetas da por sentado que tiene razón y que por ser “más inteligente” tiene derecho a dictaminar que es mejor trasteando con los comentarios para ensalzar esta postura, llegando al punto de condenar a la “novia” de Aaron como si fuese torpe por no seguir sus indicaciones y hacer parecer que lo encontrarían culpable por sus comentarios.
Llegado un punto en el video lawrence lessig afirma que el robo de información cometido por Aaron no es ilegal, no porque n infrinja leyes (que lo hace) sino porque sus intenciones no son dañar a nadie, un culto a la persona que el video transmite y olvida que su contradicción posteriormente por el defensor legal de Aaron Eliot Peters reconoce las actividad como únicamente un “punto de vista”.
Hacia el final se le idealiza al punto de decir que su muerte despierta a la comunidad permitiendo que se abran más a la política para “hacer un mejor lugar del mundo” y sí que después menciona el hecho de la “Ley de Aaron” pero no sin antes mostrar por primera y única vez grupos de manifestantes, foros y congresos discutiendo y no solo escuchando.
Como dice en el documental…Aaron consideraba la programación como algo mágico para lograr cosas que las personas comunes y corrientes no podían. Aaron Swartz solo buscaba hacer del mundo un lugar mejor haciendo libre la información, que todo ser humano tuviera acceso a los mas importantes documentos y no que solo las grandes editoriales se hicieran con la información o que solo las universidades de primer mundo tuvieran acceso a esta. Todo ser humano tiene derecho al conocimientos y Aaron ha dejado aquel legado que no sera olvidado. Siendo nosotros arquitectos debemos aportar a la sociedad o a nuestros colegas con las experiencias o investigaciones que vayamos aprendiendo con el tiempo. En algunos casos varios de nosotros se enfoca mas a una actividad o a alguna investigación pues mas allá de vender ese conocimiento es compartirlo ya que si se quiere vivir en un mundo mejor, libre y compartido se debe de empezar por dar el ejemplo. toda información que pueda ser utilizada para un fin bueno debe ser libre e ilimitada a todo usuario. Gracias a Creative Commons todo individuo podrá compartir su conocimiento con todos.